miércoles, 14 de julio de 2010

Pero No Puedo. - LarissaBP.

A ti renuente ser;

Hoy me embarco en una historia, perdida en el abismo insólito de nuestro escepticismo.
Quisiera decirte que hoy me manejo con el incondicional pedal que acelera el motor. Que extralimito mis posibilidades de visualización y concluyo que necesito el pie que oprima ese botón, el que desencadene peripecias infinitas de concentración y post-producción. Ese que alimente mis necesidades digestivas, sin prejuicio al botijón.

Quisiera encontrarme en la autopista que entrecorta tú piel y tú corazón. Marcar con tinta negra mi recorrido y adueñarme del acelerador. Empapar las avenidas de tú pecho, indagando en tus senos y posicionándome en tú corazón. Conducirme por tus venas y fluir por los circuitos azules que enlazan a tú perfecto cuerpo.

Llenarme de vitalidad y renovarme con el color tinta de tú sangre, beber de ella y saciar mí sed. Que a cada vaso le dediquemos un momento de silencio por romper el abismo que existía en cada sístole y sorbo de tú corazón.

Quisiera poder decirte que quiero convertirme en tú principal vía de escape y alivio. Que quiero conocerte mientras cierras tus ojos y proyectas la película de los dos.

Poder recorrer tramos de espacios desconocidos, buscando sitios vacios donde podamos estacionar nuestros cuerpos y descansar. Encendernos por la mañana y continuar nuestro viaje al desconocido e infinito movimiento subsecuente de nuestras vidas. Olvidar la monotonía que nos inunda el día a día. Mejorar nuestros caminos allanando nuestras almas con aliento y esperanza.

Quizá hoy continúo mejorando semblantes en la utopía de nuestra vida. Quizá hoy indago en el profundo pensamiento que determina mi contacto con el mundo. Quizá hoy no dejo que nada penetre en nuestro destino… ni siquiera tú.

No me arrepiento.  Disfruté cada calle de tú precioso cuerpo, cada rincón de tú capital, cada preciso lugar en donde logras estallar. Anhelo encontrar más puntos paradisiacos donde podamos ahondar en conocimiento, en éxtasis y consuelo. Conmemoro todos esos momentos y recuerdos que atesoramos en ambos cuerpos, fragmentando pequeñas porciones de ello para regalarnos por completo infinitas muestras de nuestro incalculable acervo.

Pero, no puedo.
Quizá hoy quiero que sepas y conozcas todas esas pequeñas porciones de mí y de mí conocimiento o pensamiento.
Pero, no puedo.
Aún cuando mí camino y el tuyo parezcan predeterminados, no te veo, te siento lejos. Al parecer quiero gritar que te quiero.
Pero, no puedo.
No permití que mis emociones se inmiscuyeran en nuestra historia, quizá debí hacerlo hace algún tiempo o empezar a hacerlo.
Pero, no puedo.
Gritar que te quiero y que te deseo, dejar abierto mí corazón y permitir querer estar contigo.
Pero, no puedo.
No puedo admitir que estas cosas sucedan, aún cuando se que me manejo contra corriente y que debo enlazarme en el tránsito de mis sentimientos.
Pero, no puedo.
No puedo dejar de pensar en noches enteras bebiendo de tú cuerpo, guiando mí aliento sobre tú piel, ahogando en tus ojos mis deseos y embriagando mis labios de tú ser.
Pero, no puedo…


Agosto de 2009
Larissa Bhöñam Polletté

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