Creer en Enero de 2009
Larissa Bhöñam Polletté
Tras encender esta cara, esta victima imposible.
Tras alentar este cuerpo, lleno de manos sucias,
de soledades perversas y de inconfundibles grandezas.
Tras recrear un encuentro impropio, banal y sexual.
Tras moverme sin rumbo, sin paralelo existente.
Tras encontrar un prefijo al sufijo de mi amor mundano y desconvaleciente.
Tras encontrar paredes inmersas en lluvia evaporadas por tus ideas,
queriendo penetrar en tus ojos húmedos con el silencio de mis dedos rotos.
Tras inmovilizar mi cuerpo y dejarlo en el sufragio de mis deseos de mis intoxicantés recuerdos.
Tras contemplar la bella ciudad gótica fanfarroneando lo perverso de un destino demócrata,
valído por unos cuantos intentos suicidas de jóvenes sin aliento.
De pobres idiotas creyendo que el principio sería el silencio.
Y tras acortar la avenida diagonal que intersecciona mi cuerpo,
es que hoy te busco, es que hoy te encuentro.
Miro mi rostro lleno de terribles acontecimientos
Y veo el vacio de mis lágrimas, cuando caen al piso y rebotan sin romper estruendos
Callan bocas fétidas de viciosos muertos,
tras mirar de frente al que hoy fuiste y serás por siempre.
Así es, hoy tras encontrar este perdido desdén,
volteo mi rostro mimando mi cabello, tocando con seda fina mi piel.
Motivando a mis poros a no sentir tú lamento.
Erizando hasta el último de mis sentidos, el último de mis deseos.
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